Podría renunciar a mi particular lucha, mi entrega claudicaría al pasotismo total de cada detalle del que sintiera que debería abandonar
Podría llover sobre mojado, o arder sobre lo calzinado, agotar fuerzas de dónde ya permanecían agotadas, lo que no me explico es ¿Por qué sigo?
Vivo convencido de que hay una fuerza superior dentro de mí que me empuja y me da alas cuando me son amputadas, puede que mi aura me mantenga siempre esa pequeña chispita de todo, que emana de un manantial que se extingue dentro de mi corazón de trapo
Podría clavar mi haz de luz en la tierra, evadirme de pelear y tomar un camino donde todo me lo sirven en bandeja de plata, pero entonces ¿Que aprendería? No sería capaz de ser fuerte ni de llegar a meta antes que mis dificultades
Puede que a veces las nubes oculten el sol, pero aunque no logremos divisarlo, está ahí, realizando su supérflua función, como las personas, unas muchas veces somos fantasmas que vagan sin norte, invisibles para la mayoría, sin embargo a pesar de ello seguimos batallando en silencio, únicamente para demostrarnos a nosotros mismos lo que somos capaces de conseguir
Es difícil que una persona intente cambiar este miserable mundo, y podría renunciar a guerrear, alzar bandera blanca de rendición, sin embargo no voy a retroceder ni un ápice, no voy a pedir una tregua, lo que yo quiero y en lo que creo no hay asalto que me lo arrebate, porque me corazón y mi mente son inconquistables
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