Existen momentos en los que te encuentras en medio de fuego cruzado, entre el bien y el mal, pero sin saber qué es lo bueno y lo malo.
Ángel o demonio, ¿cómo saberlo? No puedo entender cómo nos despachamos agusto con las personas que menos lo merecen, cuando deberían ser con las que más debemos estar, pues nos necesitan... ¿Será envidia? O puede que sepamos que son clavos que sobresalen por encima nuestra y querramos hundirlos para que no sobresalgan más aún.
Por el contrario permanecemos y les reímos las gracias a aquellos que menos lo merecen... Aún sabiendo que no son ni la mitad de buenos que los anteriores...
¿Por qué lo hacemos? ¿Les tenemos miedo a ellos? ?Al qué dirán? Es de cobardes
Se dan casos de personas que se averguenzan de otras cuando están en grupo, sin embargo a solas pueden parecer los mejores amigos... Pero en realidad eso no se puede llamar nada bonito, sólo algo miserable.
Gente que se ríe de aquellos que tienen algún tipo de discapacidad, en vez de tenderles la mano y ayudarlos... ¿Qué ronda pos sus cabezas? ¿Somos conscientes de lo que hacemos?
En esta vida nos gusta jugar a ser Dios, a criticar e imponer quién es bueno o malo, sin nisiquiera conocerlo, o intentar saber lo que ha pasado en su vida...
Lo peor es que lo hacemos sin ser nosotros un ejemplo a seguir, pero parece ser que no tenemos vida propia, por lo que nos metemos en la vidas ajenas
¿Cómo creerse nada? Es imposible, es como estar en una guerra y ser capaz de distinguir quiénes son los malos y quiénes los buenos, pues ambos luchan por lo suyo...
Nunca llegamos a saber cómo son las personas del todo, y moriremos y no entenderemos jamás por qúe la vida es tal como es
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