Siete son mis años, Afganistán mi país, donde nací y ahora crezco...
Los soldados asesinaron a sangre fría a mi familia por intentar salvarme la vida, dispuestos a que no me hiciesen esclavo, sin embargo quedé huérfano...
Libre es lo que quiero ser, pero viviendo así no soy más que pura desgracia, sin poder manifestarme ni expresarme como me gustaría, mi existencia es una cárcel sin barrotes
Desentierro de la arcillosa tierra aquella vieja bandera, bañada en sangre y lágrimas desprotegidas...
Corro hacia el mástil más alto del pueblo, trepo e izo bien orgulloso su emblema. Soy feliz y el resto del pueblo aplaude.
Un disparo ruge entre las paredes, atravesando mi pecho, cayendo fulminado al pavimento
Me desangro, estoy muriendo, aunque yo lo denominaría «Ser libre por fin», habiendo perpetrado un acto de liberación, orgulloso de mi patria, defendiendo lo que creo
Soy pequeño, no he vivido prácticamente nada, pero sé mucho más de lo que esos miserables soldados sabrán en toda su vida, pues su única sabiduría reside en quitar vidas jugando a ser Dioses...
Ahora emprendo un viaje, a reunirme con mis padres, volando libre, comenzando mi vida en un mejor lugar
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