domingo, 16 de junio de 2013

Como en el cine

Gritar libertad como William Wallace, blandir una espada de juguete al estilo Conan el Bárbaro, o utilizar un paraguas no para resguardarse de la lluvia, sino para hacer el papel de sable laser al estilo Star Wars...
Correr con Eye of the tiger encerrado en tu mp3, como si de Rocky Balboa te tratases...
Cerrar los ojos, imaginando que vuelas en Fujur, en tu historia Interminable...
Poder imitar a Superman volando por el cielo, poniéndote el primer trapo que pillas por casa, como si fuera una capa, o juntarte con tus amigos de aventuras y gritar «uno para todos y todos para uno» como si fuéseis los tres mosqueteros
Ni que decir tiene del entrañable ET, al que todos hemos visto alguna vez y hemos llorado con sus historia...
Nos encanta jugar a las guerras, con pistolas de juguete, hacer emboscadas, misiones de alto riesgo en casa entre los muebles y demás, sin saber que lo que así nos divierte, en realidad es un infierno, una delgada línea roja
El mundo irreal nos chifla, o es que acaso ¿No has intentado esquivar algo al estilo Matrix?
Esos seres llamados Dinosaurios los hemos conocido gracias a «Parque Jurásico», si no apenas sabríamos nada de ellos...
La venganza parece gustarnos, pues todos gritamos «Máximo» cuando el protagonista de Gladiator luchaba contra aquél que asesinó a su familia, tambíen todos fuimos esa especie de payaso que resucitó para acabar con la vida de aquellos quienes arrebetaron la del amor de su vida, cuyo poder residía en un Cuervo
La mítica escena del Titanic hundiéndose jamás pasará desapercibida, ni la de Jack y Kate en proa abriendo los brazos, cosa que muchos en la vida imitamos...
Cuando Simba era un pequeño león, quedando sin padre, desde atrás de la pantalla mandábamos fuerza para que creciera como el rey que debía ser, a través de lágrimas
El cine es cultura, historias que pueden ser irreales, pero que nos hacen soñar, o reales, de las cuáles aprendemos y nos emocionamos... Cada persona de este mundo se ha identificado con más de una de estas historias, incluso llegando a creerse protagonista de ellas...
Eso es lo bonito de esta vida, desicarse a soñar, tener imaginación, siendo el cine una puerta a todos esos mundos que forman parte en nuestro día a día


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