En aquél instante se congeló el tiempo. El delantero se encontraba mano a mano con el portero, sólo debía chutar, para marcar el gol que lo coronaría como pichichi de la temporada
A su lado estaba sólo su compañero de equipo, que no había conseguido anotar ni un gol en todo el campeonato, porque no tuvo oportunidad de disponer de minutos
Se encontraba desmotivado, triste, apenas contaban con él ni con su juego, que ni mucho menos era malo, al contrario, sabía trabajar para el equipo, se sacrificaba
De pronto, en vez de disparar, pasó el balón a dicho compañero, que empujando suavemente con su pierna izquierda, incrustó el balón en el fondo de la red, envuelto por una alegría desbordante. El partido concluyó minutos después... A lo que el compañero dijo:
- ¿Por qué me has pasado el balón? Has perdido el título de pichichi
+ ¿Qué importa ese título comparado con la cara de felicidad de un compañero al marcar su primer gol? Tu moral, tu estado de ánimo es lo más importante en este momento.
Un título individual no es más valioso que un amigo. Lo haría una y mil veces
- No sé que decir... Gracias
+ No digas nada. Sólo vámonos a disfrutar de la victoria
Para llegar a ser un buen futbolista, antes hay que ser humilde, preocuparse por el compañero, ser persona, olvidar los asuntos personales para intentar hacer sentir bien al que comparte contigo ese deporte y le es más difícil. Por supuesto un gran delantero no es sólo el que marca goles, sino el que también los regala
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