Me he enfrentado a miles de tormentas sin huir, sin refugiarme en alcohol, los problemas no desaparecen si no los afrontas.
He mantenido el pulso firme ante la muerte que me rodeaba en circulos; He superado pérdidas insustituibles, el cielo me arrebató su verdad.
He contrariado los «no puedes», manteniéndome a flote, consiguiendo mis propósitos.
He retado al silencio, me he enfrentado a un corazón resquebrajado, siendo capaz de resetearlo, logrando hacerlo funcionar de nuevo.
He plantado cara a la falsedad, he sido capaz de demostrarle a la soledad que no está sola.
He superado todos los altibajos que inundaban mi superficie plana, las mentiras reservan plaza en una caja invisible que voló con los recuerdos.
Dejé de lado lo que quería pero me causaba heridas, me sostuve en la cuerda floja, fuerte
No tuve las agallas suficientes para salir victorioso en todas las batallas, pero gané la guerra, que no es ni más ni menos que enfrentarme a mí mismo, ganarle a mi mente y mi corazón
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