23.45 pm. El avión con destino Estados unidos en el que viajo ha sufrido un fallo en el motor principal, caemos en picado. Me encuentro grabando este mensaje en una cámara de video, simplemente para comunicarle a mi marido e hijos que los quiero. Apenas tengo unos minutos
Me tiembla la mano, mi firmeza se convierte en sollozo, miles de flashes inundan mi mente, se vuelcan mis recuerdos en un suspiro
El vuelo que me transportaba hacia mi nueva y emprendedora vida laboral ha resultado conducirme hasta mi final. La noche yace enfundada en el pánico de la oscuridad, intento mantener la calma, algo imposible siendo consciente de que voy a morir.
Cariño cuida de nuestros hijos, sé fuerte. Algún día encontrarás una madre para ellos. Te Quiero muchísimo. Aún tienes que desmostrar lo que siempre me has demostrado a mí
Hijos creced, haced que me sienta orgullosa de vosotros, aunque ya lo estoy. Debéis ser vosotros mismos. Os adoro tesoros. No os sintáis mal por mí, he sido muy feliz mientras he vivido...Solo os pido que me recordeis siempre...Adiós
En fracciones de segundo el avión colapsó en el mar, siendo engullido por el imponente abismo, quedando a flote una pequeña bolsa impermeable con una cinta de video, que con tenía un mensaje de despedida, naufragando en mitad de los crujidos de una tragedia desconsolada
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