viernes, 16 de agosto de 2013

Recuerdos

Hoy recuerdo que hace ya casi dos años, un equipo humilde por el que no apostaba nadie, llegó a la final de las 24 horas de La Carolina. La motivación, el compañerismo, el esfuerzo, acompañados por la ilusión de las victorias, hicieron posible ser subcampeones, no sólo éramos un equipo de fútbol, éramos amigos que jamás se rindieron, dándolo todo. Jamás olvidaré aquél día, la primera vez que lloré, me emocioné en una pista de futbol sala, sobre todo, rodeado de mi gente...
 
  

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