Lo había colocado yo días antes con la intención de que alguien lo quisiera, o lo necesitara.
Y no hablo de amor ni mucho menos, sino de alguien que lo necesite para vivir, para respirar...
Realmente yo no valoro el corazón como lo que me da la vida. Para mí es dónde se atesora todo lo que se vive... Como una cajita donde guardar todo, a veces bueno, otras puede parecerse a una bomba que en cualquier momento es capaz de estallar contra tí mismo.
Hay veces que he regalado una mitad o un pedacito de él a quienes creía conveniente, aquellos a los cuáles consideraba los adecuados...pero al cabo del tiempo me daba cuenta de que en verdad era un corazón de alquiler, ya que lo cogían, habitaban en su adentro, pero cuando encontraban algo mejor, o se aburrían, lo abandonaban... Como si se tratase de una polvorienta y ruinosa vivienda...
Por esa razón es incompatible con mi mente, no se aceptan, se llevan la contraria, se repelen.
También podría haberme deshecho de la mente, pero al fin y al cabo es la que te mantiene fuerte en cada momento...Más bien porque el tiempo le da la razón, todo lo que pienso acaba siendo lo que ocurre, fallando por dejarme llevar...
De esta forma logré desamueblar todo aquello que habitaba en mi corazón, tales como recuerdos, sentimientos... Hasta dejarlo vacío...
Ahora tengo la esperanza de que alguien pase por este escaparate, reclamando mi corazón, para que pueda subsistir, pues yo ya no lo quiero... Quizás algún día esa persona logre amar, y seré feliz, porque entenderé que mi corazón sí podía ser amado, que era yo, mi persona, quién no podía serlo... Para entonces ya habré caído en el olvido... Para entonces... sólo seré fragmentos de una vida sin latidos...
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