jueves, 10 de octubre de 2013

Conclusiones nocturnas

Las 23.17 caen entre bostezos y crujidos de la madera que acrivilla la calma.
Todo me pesa y no es lo físico. Empapo los minutos con líneas rellenas de dramas.
Alimento mi nostalgia con bocados de realidad...
Si he de ser sincero lo seré esta noche más que nunca: Lo mínimo en lo que creía está borrándose de mi mapa... Sigo sin dar con la clave; Sigo rodeado de quienes no dan la talla que gasto.
El mayor error de mi vida late constante; pensar que hay alguien que actúe como yo... Y eso puede conllevar a mi perdición, a condenar mi alma.
Sigo tropezando queriendo que las cosas sean aquello que nunca podrán ser.
No hay más vuelta de hoja, ni tan siquiera al reverso de este arrugado papel...
Las 23.39... Dejo caer el bolígrafo sobre la mesita de noche, iluminada por mi vieja lámpara de lava. Las palabras callan, las letras parecen escritas con tinta de limón.
Me hundo en el apocalipsis celeste, esperando que cante el gallo...


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