domingo, 6 de octubre de 2013

¿Se puede morir de amor?

LLevo años encerrando dentro de mi corazón, el deseo de que una gran mujer se enamore de mí, pero no por mi físico ni por atracción, sino por lo que llevo dentro.
Siempre he sido tímido, me ha costado un mundo expresar sentimientos, puede que por esa razón pase mucho tiempo solo, o no...
Sentía tristeza cuando a casi todos mis amigos los llamaba su novia, esa persona que se preocupase, su compañera... Y de mí no se acordase nadie, pues no tenía pareja.
Esperé dijéndome a mí mismo «Ya llegará», sin prisa, sin buscar, pues todo llega; Efectivamente así sucedió, o quizás no... Te tuve entre mis brazos, te enseñé todo lo que podía enseñar, quizás la edad al final fué lo que marcó la diferencia, pero no entiendo...
Las cosas que al principio parecían gustarte, después resultó que no era así; Pero... Si te gusta un grupo de música, una canción, una película, un lugar al que ir... ¿Debería gustarte para siempre no? O quizás son cosas que nos gustan por rachas, por modas... Y si... puede que fuera mi culpa, al no ver en tus ojos tus ganas de juventud, de descubrir otras cosas, otros lugares, otros mundos, distintas canciones... Lo que no esperaba es que tomases distinto camino, distinto compañero... ¿por qué? Hubiera podido adaptarme a cualquier cosa que anhelaras con tal de hacerte feliz.
Quizás no fuí capaz de hacerte feliz en ese aspecto pero ponte en mi lugar. Mi juventud te la regalé a tí completamente, aún así no me importó nada. Te ofrecí mi tiempo, mi amor, durante años, alomejor por eso se volvió rutinario, se marchitó. Ahora ese amor parece haberse cerrado totalmente para el resto del mundo, o no ¿Quién sabe?. Porque tán sólo con tu sonrisa me transportabas a un mágico lugar donde sólo importaba el nosotros.
La vida empezó a irse de entre mis dedos, cansado de llegar a casa, llorando, preguntándome por qué las cosas iban mal, totalmente opuestas a cuando te conocí aquél día.
Era consciente de que no era perfecto, ni lo hacía todo bien, pero te quería, por eso recurrí a todo lo que estuvo en mi mano para que permaneciaras a mi lado.
A la sombra de las palabras, peleé en silencio, actuando de una forma que jamás sabrás, luchando contra lo imposible...
Paseos a solas donde recordaba mi primer beso, las primeras caricias que me hicieron sentir, mis primeros te quieros, todas las primeras cosas te las serví en bandeja de plata.
Tanto se puede llegar a querer, que cuando desaparece necesitas ayuda externa, no lo logras sólo, la desesperación, la angustia te posee, al pensar que aquél amor está sin ti, que tu estás solo.
Hay miles de enfermedades en este mundo, pero ninguna de ellas tan mala como sufrir por amor; Se puede morir de amor...
Desde pequeño he pensado que el amor podía salvar la tristeza de la vida, que cuando me enamorara, los problemas no tendrían importancia ninguna.
He llevado una vida difícil, una juventud complicada, vivir la muerte de tres de mis abuelos, de salir adelante apenas con cuatro o cinco amigos, además de la dificultad de subsistir siendo tú mismo, ya que eso es difícil, puesto que la mayoría de las personas no te aceptan tal como eres; A pesar de ello, he sabido sonreir, ser fuerte, sacar lo positivo de lo negativo, sobrellevando la vida.
Incluso la sensación de no estar sólo pero sentirlo es demasiado cruel; A veces no sólo basta el cariño de la familia y amigos; Necesitas otro tipo especial que te haga sentir cosas que los demás no te hacen sentir. Mi pregunta es fácil ¿Para qué me dejas amarte para después dejar de hacerlo?
En las buenas siempre estuvimos juntos, pero cuando todo iba mal, no sacamos las fuerzas suficientes para salvar lo nuestro, por ello quizás no eramos nada, porque el amor verdadero todo lo hubiera afrontado. Me viste sufrir, triste, parecía no importarte... En silencio sufría por ver que nada funcionaba, que el mecanismo se había parado, pero no quería dejarte jamás...
Llegué a pensar que sería temporal, que despùés todo iría mejor, pero me equivoqué, pues a la primera de cambio, fuí deshechado como un pañuelo de papel...
Nunca entendí ni entenderé lo que pasó, aunque poco a poco el tiempo me va demostrando que las personas cambian, que yo sigo siendo el mismo de siempre, indomable, sereno, sincero...
Ni siquiera sé si te conocí realmente, si a quién amé fue a un disfraz de princesa, cuyo interior era diferente cuando no estaba a mi lado... Me di cuenta de que pronto me olvidaste, y cuando dejas de recordar a alguien en un período tan corto de tiempo quizás es que nunca te importó. Jamás volveré a preguntarme por qué. Cada día duele menos.
Puede que las noches me recuerden esas palabras tan duras que me mataron el corazón aquél día, puede que un día viviera por tí y para tí, pero ahora debo hacerlo por mí.
Me hubiera gustado alguna llamada para oir tu voz, algún saludo equivocado, pero tus decisiones son dignas de respetar, simplemente recuérdame... Porque jamás volverás a saber de mí, porque morí de un ataque directo al abismo del corazón


No hay comentarios:

Publicar un comentario