El viento no se llevó la empedernida soledad que se postra ante mí cada instante de mi vida.
El viento no se llevó recuerdos que me rasgan el alma como dagas invisibles
El viento no se llevó lo que quiero que se lleve, pero sí lo que no hubiese deseado
El viento no se llevó la falsedad, cuyo teatro se hace de oro en mi obra
El viento no se llevó el dolor por las pérdidas, el sufrimiento ante la cruda existencia
Al menos el viento no fué tan malévolo, pues no se llevo la música, ni mi esperanza en la nada, no acarreó con todos mis sueños, me permitió otros...
Pero sobre todo, el viento no me llevó a mí, porque a pesar de los pesares, erigí raíces, volviéndome más fuerte, e inadvertido ante el monzón
El viento aún no se ha llevado mis ganas de vivir, pero lo cierto me ha dejado desnudo de sentimientos, vacío y frío...
Pues ojalá y ese viento nunca se lleve tus ganas de escribir porque lo haces lindísimo. Me encanta. Saludos desde Mexico
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