jueves, 6 de junio de 2013

Dulce pesadilla

Fíjate en esta oscuridad, ahuyenta hasta el mismísmo diablo... El bosque cerrado en óvalos que retuercen los árboles, dónde el haz de la luna no llega a penetrar ni siquiera un milímetro
El camino parece oblicuo y sin final, pues no alcanzo a divisarlo... Mi sombra se desprende de mí y huye ¿Adónde irá?
La escarcha de la noche congela hasta mis pensamientos, ¿dónde estoy? ¿qué hago aquí?
Avanzo a paso de tortuga, pues el miedo se apodera de mi ser, me está volviendo loco
Cuantos más pasos doy más me desquicio, pues siempre veo lo mismo, nada en el paisaje se transforma en algo distinto, sólo abstracto
El silencio es tan ténue, que casi puedo contemplarlo; Casi que prefiero escuchar algún sonido, ya que oscuridad y sosiego son algo aterrador
La bruma me envuelve, la pesadilla se ríe de mí a carcajadas, entonces empiezo a correr...
Cuando menos me lo espero llego a un claro, donde por fin puedo ver algo distinto, las copas de los árboles en ese claro no me atrapan, más la luna en todo lo alto desprende luz blanca y sonríe...
Mi sombra se manifiesta a lo lejos, pero no yace sóla, pues otra sombra permanece a su lado, fundidos en un abrazo cuya silueta se agranda con la luz blanca de la reina del cielo nocturno...
¿Amor? Amor oscuro y sombrío, amor tenebroso y fugaz... Por un instante muestro felicidad, porque mi sombra me ha transportado al mundo de las tinieblas para poder hallar a su amor de verdad... Las ramas de los árboles crujen, el viento florece en el ambiente, las rosas negras lloran amor, y la luna se emborrona de las nubes color rojizo, teñidas de sangre...
Pero mi sombra pasa impasible, no le importa el lugar donde está, tan sólo que ha encontrado su silueta mitad, la cuál habrá huído de su otra persona, en busca de su realidad
Miedos fuera, noche de tiritera, esperaré a que la luna se oculte entre los montes de oscuridad, después de una noche de pasión que eterna para mi sombra, tornará a ser tan leal que a mí de nuevo se pegará, despertando en mi cama, después de ésta noche de amor abstracto, pero tan real como cualquiera de los demás... Tan sólo había sido una dulce pesadilla


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