Los primeros sesenta segundos los utilizo para dejarme caer en zig zag por los tirabuzones de tu pelo, filtrándome del olor de ese rico champú con el cuál los bañas, la selva más suave y poco peligrosa del mundo
Me baño en el azul de tus ojos, el lago cristalino más hermoso del planeta; Luego caigo en forma de lágrima hacia las mejillas, van sólo dos minutos.
Salto de mejilla en mejilla, como si fuesen dos camas elásticas, produciéndote un suave y delicado cosquilleo, que hace que muevas tu boca, perdiendo el equilibrio y cayendo yo en ella; Tres minutos
Tus labios saben a a tí, a tu esencia, los recorro a pie, aprovechando este minuto, saboreándolos; Tú los alargas, sintiendo que estoy en la curva más bonita que pueda existir, sin kilómetros, tan sólo centímetros... Cuatro Minutos
Me deslizo por el trampolín de tu cuello, como cascada goteante de sudor, aterrizando en el valle sombrío y pálido que se oculta entre dos montañas, blanditas como la gelatina, donde dormiría acurrucado olvidándome de todo, pero sólo tengo un minuto, y ya son cinco.
Silenciosamente voy de puntillas a tu corazón, al centro del mundo, para que abras tu puerta y me dejes entrar por ella, dejando huella y como prueba de que he pasado por aquí
Sigo dejándome llevar, tirándome en puenting por el orificio más lindo que tu naturaleza me pueda mostrar, tu ombligo, tan sólo me lleva 30 segundos... El pequeño eco es único, tu debilidad
Es hora de viajar al sur; Por tu sinuosa cadera hago rappel, bajo deprisa aunque no quiera hacerlo, pues tu movimiento hipnotiza mi ser, pero despierto y sigo descendiendo.Aquí a mi derecha puedo observar un pequeño monte por el cuál se engendra la vida, a través de una hermosa semilla de amor...Siete minutos
Es hora de hacer sprint en tus cortitas piernas, algo fácil, pues la única pendiente es tu rodilla, más tu suavidad me prolonga fácil la tarea, estoy apunto de ganar la apuesta, que belleza de línea recta, colmada de poros que irradian amor...
He llegado a tus pies, van ocho minutos, me entrelazo por el laberinto de tus dedos, cuya punta es de rosa fucsia, proporcionándote un dulce cosquilleo que hace que te tambalees y me dejes caer, al fin del mundo
Estoy abajo, lo logré; He conseguido dar la vuelta al mundo en nueve minutos,
y me ha sobrado tiempo para alzar la mirada y deleitarme con majestuosa vista.
Jamás nadie lo ha conseguido en este tiempo, porque nadie dijo cuál es nuestro mundo, nos lo transmiten por defecto pero yo prefiero hacerlo a mi imagen y semejanza, y para mí, mi mundo y mis maravillas residen en tu cuerpo, mujer
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