En un mundo

En un mundo donde cambiaramos las espadas por rosas, los ataúdes por barcos de papel, las lágrimas por pizquitas de diamante, las escaleras por toboganes
En un mundo donde transformaramos la pena en alegría y las fantasías en realidad, donde la contaminación solamente fuese oxígeno que oliera a incienso de vainilla e hierbabuena
En un mundo donde las armas de fuego se convirtiesen en abrazos, donde las bofetadas nacieran como besos sabor a miel y el dolor sólo fuera un dibujo plasmado en un folio de papel
Un mundo donde nuestro medio de transporte fueran aves y no amasijos de hierro, en el cuál llovieran sueños etéreos, en forma de agua de lluvia coloreada
Por un mundo donde las únicas guerras se vivieran peleando por el control de un balón de futbol, donde la pobreza se contase en una balanza y se recompensase con oro
Un mundo en el cuál la falsedad y el egoísmo murieran por su propio reflejo, donde el desamor floreciera de lo perdido, donde lo prohibido hiciera frente a las reglas
Un mundo donde la luna y el sol pudieran estar juntos para siempre, donde en vez de brazos tuviésemos alas para volar cuando tanto lo deseásemos
Por un mundo donde las bombas nucleares explosionaran pétalos de flores de colores
Un mundo donde la tortura y la esclavitud fueran leyendas urbanas, un mundo libre, con las manos unidas, donde el color de piel sólo fuera un bonito collage de aceptación
Un mundo donde las tormentas sonaran a órgano y piano, donde los terremotos fueran latidos enormes de corazones enamorados, donde huracanes fueran soplidos de seres queridos susurrandonos palabras de aliento
Un mundo donde el interés se convirtiera en amistad pura, donde la traición quedase desterrada el el reino de nunca jamás
Un mundo donde amar fuera para siempre, sin pegarse la vuelta,  donde las oportunidades merecidas creciesen en campos de esperanza
Ese mundo en el que escribir fuese en 3D y a las palabras les crecieran manos y piernas y cobraran vida, donde los acantilados fueran castillos hinchables donde aprender jugando
El mundo en el que cambiaramos lo que nos disguta con la yema de los dedos, donde las pesadillas fueran olas que navegasen bajo la magia
Un mundo donde las flechas no quitasen vidas y fueran deseos disparados, que se desintegrasen con la fuerza de rozamiento del viento
Un mundo sin bordes ni aristas, cuyas dimensiones se midieran con unidades sentimentales, donde la inteligencia se calculara en cariño por minuto
Un mundo donde los insultos se canjearan por te quieros, donde la humildad fuera el secreto para triunfar, donde los triunfos fueran héroes de verdad
Un mundeo donde la belleza se dibujara con el interior, donde la malicia se la llevara, encerrada en su ramita, aquella paloma de la paz
Un mundo donde se pudieran intercambiar almas, para ver lo que sienten los demás, para ponerte en sus zapatos, en su lugar, donde las peleas solo fueran verbales, batallas de rap