lunes, 1 de julio de 2013

Contracorriente

Queridos mamá y papá:
Demasiado tiempo es el que llevo nadando contracorriente, soportando cargas que no habían logrado hundirme pero hoy os emito que no aguanto más
El torrente se hace cada vez más fuerte y poderoso y mi firmeza se agota, entre lágrimas rotas
Me habéis sostenido en pié mucho más tiempo del que debiera haber sido.
Fuertemente sujetando mi mano para que no desapareciera ahogado entre mi misma pena
La bocanada fluvial me golpea con recuerdos, tristezas y hechos puntuales que me alejaron de la orilla cuando intentaba llegar hacia ella
Soltad mi mano y dejad que el curso del agua me lleve consigo, me rindo, no puedo más,
ni siquiera sé si soy un buen ser humano ni si estoy a la altura de las circunstancias, pero recordad que siempre he luchado, jamás he abandonado, más de quereros jamás me olvidaré
He intentado quererme, valorarme, pero el eco se me devolvía golpeándome
A gritos de silencio en medio de toda esta presión, me he visto demasiado sólo, pues muchas eran palabras mudas y pocos los hechos completados
Ninguno de mis caminos me llevó a Roma, cómo dice ese patético refrán, mi intento de aferrarme fuerte a lo que me quedaba poco a poco se desvanece, por lo que me dejo llevar.
Ya no alcanzo ni a nadar, el agua me hace preso de su poder, me ahoga, me difumina la respiración, me agita, me desliza catarata abajo, hasta caer
Me pierdo, os digo adiós, no sé donde acabaré, tan sólo sé que la contracorriente no es para siempre, por eso me he aliado con ella y me he dejado arrastrar... que me lleve donde quiera, poco me importa el lugar


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