Aquellos que por un ratito, dedican su tiempo a leerme, cuentan de mí que soy una persona profunda, un poeta valorador de lo cercano, un alma repleta de buenas intenciones, capaz de transmitir con palabras, aquello que quiero hacer llegar. Y tú, estás entre esas personas.
La confianza, valor añadido, la sentí ciegamente hacia tí, desde el primer momento que te observé tal como eres. Siempre he creído que eres capaz de realizar todo lo que te propongas, demostrándomelo poquito a poco. Lentamente pero avanzando.
Me ha llevado mucho tiempo encontrar el significado de la palabra amigo, el verdadero, hasta que la vida por fin me hizo entenderlo, sobre todo por tu parte, hasta tal punto que para mí, constas como una hermana más, en mi libro familiar. A tu lado he dejado de sentirme vacío por tramos, porque noto que hay alguien ahí, tras el umbral de mis problemas, no sólo físicamente, sino demostrándolo con hechos en la lejanía, estés donde estés. Lo que me ha llevado a ser incapaz de medir el valor de tu persona, pues me faltaría vida para hacer un recuento de todo lo bueno que me ofreces.
Ha pasado el tiempo, aunque no tanto. Pero son las vivencias las que dan forma a una bonita amistad, que nunca permitiré que acabe, pase lo que pase.
Me hace feliz verte feliz, me siento orgulloso al observar como cada día que pasa te vas queriendo más, te vas aceptando, siguiendo muchos de los consejos que te he regalado, con el único proposito de ayudarte a que puedas demostrarte a tí misma lo que hay dentro de ti.
Soy mucho de decir lo que siento personalmente, pero ésto lograría derrumbarme, por esa razón prefiero tallarlo en papel, y quizás muchos aprendan de nuestra amistad.
Los últimos acontecimientos me han causado mucho daño, porque ya nada va a ser igual, al revés, esta hermandad que nos une se hará más fuerte, pero echaré de menos tantas cosas...
Nada va ser lo mismo sin tu presencia, sin tu compañia cuando esté tocando el cielo, haciendo aquello que más me gusta. Parte de mí se ha marchado contigo, dejándome como ausente, sin ganas, un poco perdido sin la luz que tú lograbas transmitirme en medio de tanta injusticia.
Pero hice una promesa y he de cumplirla, estando a punto de finalizar; Cuando eso pase soy consciente de que mi vida va a sufrir un cambio de trescientos sesenta y cico grados. Llevo tiempo dejándolo caer y nadie me cree, pero va a suceder, lo sé, lo siento. He de revertir la situación que no me permite ser feliz, sentirme pleno. Si no llega he de salir a buscarlo, sin mirar atrás, pero con lágrimas en los ojos. Pero no pronunciaré ADIÓS, pues no me iré jamás, porque me llevarás dentro; Mis recuerdos, mi voz, mis abrazos.
Sólo necesito que entiendas que ocurra lo que ocurra, eternamente voy a permanecer a tu lado, para lo que necesites, que ni distancias ni muros van a lograr separar algo que el azar unió a base de latidos. Tú siempre caminas conmigo, allá dónde yo vaya.Voy a luchar por lo que creo, por lo que mi corazón me dicte, contra viento y marea, lo prometo. Firmaría un contrato para sellar que tú eres mi hermana, pero el corazón eligió, y no puede existir mejor rúbrica.
Cuenta la leyenda que los amigos pueden contarse con los dedos de las manos, pero tú María del Mar eres una mano entera. Te has ganado un gran pedazo de mi corazón derrotado, a base de hechos cada día, es por ello que te quiero, te querré cada minuto un poco más, y ésto lo entiendes cuando echas de menos a alguien como yo te extraño a tí... Nunca cambies, sigue tu camino, elijas lo que elijas siempre te apoyaré, siempre tendrás mi mano para que juntos escojamos la opción correcta, aún así, si fallamos, siempre podemos rebobinar, rectificando el error. Te Quiere... El hermano que nunca tuviste
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