LLévame a tu sensualidad

Abrúmame en tu rincón,

donde luces desnuda, despeinada.

Vístete de seda, vislumbremos un infierno

desde cada posición

Acompaña mis dedos a lo prohibido,
muérdeme los labios con tu aroma.
Plasma de placeres mi cuerpo,
como un libro, no de versos pero sí de gemidos

Abandonemos la madrugada,
entre vaivenes sobre el colchón.
Que la noche es joven,
tu sensualidad yace sobre mi pecho postrada

Acaricia mi mirada
con la yema de tus senos.
Provócame una locura pasional,
que me obligue  a olvidar mi luna dorada

Último segundo,
para perderme en tu pelo,
devorando tu cuello.
Al alba, de tu cuerpo seré vagabundo