- Con el corazón en
la mano te suplico ¡Quédate a mi lado! Pues mis días sin tí
harían que regresase al pasado. No has podido olvidar cómo te hago
sentir cuando estoy contigo; Tampoco quién te ha abrazado cuando no
había nadie más.
Pero ella, sin
escucharlo, se marchó…
Y en ese momento, él
entendió que una vida de detalles y actos de amor no eran
suficientes para compensar un simple error.
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