viernes, 6 de noviembre de 2015

Entre mi espalda y tu barbilla

Desquebrajémonos nuestros sentidos al completo, abusemos de ellos hasta que no den mas de sí mismos. Volvamos a hallar lo que descuidamos ante el telón que levantamos enfrente de nuestros ojos. Volemos hacia aquella nube con la tesitura de nuestros cuerpos, recostándonos sobre su dulce esponjosidad, jugando a apostar quién se roba más besos.
Robemos su lluvia y bailemos en torno a ella, convirtiéndola en inexplicables palabras de amor
Abrazémonos tan fuerte, que no le demos tregua al pensamiento, dejando sencillamente el espacio justo para respirar con cuentagotas. Desgastémonos con la mirada, fundamos la expresividad de las palmas de nuestras manos, frente al cuerpo gemelo.
Seamos cómplices del otoño, dejándonos arrastrar como dos hojas alocadas por la marea del viento.
Aceptémos ser espejo el uno del otro, para recordarnos nuestra personalidad cuando la luz se extinga. Borremos las inquietudes del futuro y caprichos del azar con el roce de nuestras sonrisas.
Amémonos al despertar, al atardecer, al caer la noche… Corramos sin prisa pero sin pausa, de la mano, hacia la playa donde poder sumergirnos en nuestros sueños. Alcémonos tan alto como los astros y estrellas, que nos miren con envidia al observar que estamos unidos por un lazo estrecho e irrompible.
Despertémonos con caricias sobre nuestra fisionomía, apoyando nuestros deseos entre mi espalda y tu barbilla. Escapemos de la rutina, juntos hacia nuestra elegía, con la melodía de nuestros corazones imponiéndose a todo lo demás.


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