Quisiera creer que hay algo maravilloso por encima de las nubes, que nos protege, nos cuida, vela por nuestros sueños, pero la realidad es que yacemos solos, apoderados por una serie de injusticias crueles que oscurecen nuestra vida. Nuestra propia Deidad somos nosotros mismos.
Me gustaría poder confiar en un «para siempre», pero cada vez que sale de boca de tantos, algo se rompe, realmente nada es eterno, en polvo se convierte.
Desearía poder sentir el amor verdadero, pero pienso que esa palabra se pierde con los años, imposible de alcanzar sin otra mitad que igualmente lo desee.
Quisera ser feliz en una realidad distinta, quisiera alcanzar los sueños, tan solo dibujándolos con el dedo índice.
Sería hermoso que todos fueramos realmente iguales, como dice la ley, aunque rompemos esa regla, muchos nos creemos superiores, cuando realmente no somos ni la mitad que vacilamos
Quisiera poder tener fe en lo surreal, en la magia, por desgracia únicamente me guío por lo que veo, lo que no traspasa mi retina es palabrería.
Si verdaderamente hubiera alguien, evitaría el hambre en muchos países, enfermedades mortales en pequeños ángeles, suicidios, catástrofes que arrasan terrenos...
El triunfo consiste en adaptarnos mediante una lucha constante; Por consiguiente he logrado forjar un pequeño mundo plantado con lo real y lo que me hace florecer, consiguiendo después de tanto tiempo ser feliz.
Quisiera creer en algo más, pero únicamente creo en mí mismo...
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