domingo, 29 de septiembre de 2013

Nana Otoñal

¡Otoño! Benditos tus colores principescos
Cielos quebrados de marrón a violeta
Sequía que abandona su carcasa
originando primeras gotitas de lluvia fértil

Frescor perdido tras un manto virgen,
cubierto por hojas camufladas,
tras libre danza precipitándose de las copas
¡Es hora de preparar ropa de abrigo!

Frío para calientes corazones,
donde nuestro fiel pensamiento
se cuela como polizón
en colinas de frondas amarillentas

Viento arma dulce revoloteo
Ante el aroma a tierra húmeda
Octubre resuelve enigmas entre horizontes
ante almas anhelando sus metáforas

Ríos que despiertan de su hibernación
Los sonidos de brizna reseca
poco a poco se acompañan de arruyos,
reinando sobre pedruscos, maleza y hojarasca

Hay quienes te odian, bendita estación,
supuestamente triste, melódica y gris
Perdona su ignorancia, por no saber ver,
lo bueno que escondes sobre tu toscana dorada

Envuélveme en tu presente,
emigra pues con mi pasado.
Mantén viva mi esperanza lineal
Evita que mi porvenir se congele



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