¿Y qué pasa si me grabo en tu memoria?. Si ocurre que te olvido y empiezas a extrañarme.
Algún día puede ser demasiado tiempo, mientras guerreo contra el sufrimiento empuñando rosas provistas de pétalos marchitos.
Puede que urgando en tus recuerdos me halles, que llores al darte cuenta que fuí real, pero habré desaparecido de tu piel, por no saber valorar.
Pasarás de ser la protagonista de mis poemas a ser un espejismo caducado, que habrá traspasado las fronteras de tu esencia.
¿Qué ocurre si me buscas? ¿Si no me encuentras?
Te tocará sufrir tus propias decisiones clandestinas, ruines... No puedes ser más veloz que aquél tren, el que permitiste marchar... Muy lejos se encuentra ya.
Dentro de dicho tren... ¿Qúe se encontraba?
Muy posiblemente tu mar de felicidad, pero en presente continuo, tan sólo es un sustantivo.
Manténte fuerte, evita derramar lágrimas cargadas de odio desesperado y ficticio.
Más vale borrar todo lo que fuí de tus adentros, lo que se esfumó, ya que jamás obtendrá billete de regreso.
¿Y qué pasa si siempre habito en tí?
Tendrás que ser capaz de acostumbrarte a ello, pues emigré lejos, di la vuelta a la tortilla, en el lugar dónde se esconden los sueños. No hay retorno...
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