Al principio tenía algo de miedo, una sensación extraña, como la primera vez que haces algo, pero 5 años después estoy orgulloso y para mí es simple rutina. Tanto que pasaré a donar plasma el próximo año, porque no soporto ver a nadie enfermo, prefiero con mi ayuda dibujarles sonrisas... Aunque me cueste pasar un mal ratito
Con esto quiero decir que pongámonos en el lugar de esas familias que tienen alguien enfermo. Si fueramos nosotros, nos gustaría que nos ayudasen, así que dejemos de permanecer impasibles y hagamos algo. No cuesta nada poner el brazo y recibir un leve pinchazo, si es cambio de ofrecer vida. ¿Sabéis cuantas vidas se salvarían si todos donásemos sangre? Cientos de miles de vidas...
Cada vez que voy al centro de salud para donar, es de los pocos sitios que veo humanidad y buenos actos, con el fin de ayudar, sin ningun interés. Eso es la grandeza de los humanos
Esta leve introducción me sirve para pensar y haceros pensar que hay una niña en nuestro pueblo que necesita un transplante de médula, o su luz se apagará.
¿Vamos a dejar que ésto suceda? O vamos a ser hombres y mujeres, dando la talla.
Quién sabe si tú que estás leyendo esto puedes salvar ese ángel, lograr que empiece a vivir su vida, que la merece, podemos apoyarla en su lucha.
Al menos yo no pienso quedarme quieto, esperando sentado, viendo mensajes por facebook y wassap, porque puedo ser yo quién la salve, o tú...
Os hablo como un jóven donante, como persona. Cada gotita de sangre es imprescindible, es un soplo de vida. Hace un año fuí destinado a dar charlas en varios centros de salud, para animar a las personas a ser solidarias, a donar rayos de esperanza. Hoy hago un llamamiento en forma de palabras. Acude al Centro de Salud el viernes 6 o el 13 de Septiembre, hazte las pruebas de compatibilidad, anímate a ser donante. Estarás bien contigo mismo/a. Todos somos Paula Talavera
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