Querida libreta; Este momento escribiré en tus páginas imprevisibles, para después destruirlo...
Letras que jamás llegarán a puerto, palabras que emiten aquello que me aconteció, sin más destino que un olvido tardío, una falsa visión.
Es inútil intentar aquello que no avanza ni un ápice, por ello lo escribo para después hacerlo miles de cachitos de papel escarchado; Al menos así me habré desahogado, al igual que lo hace dichoso punzón invisible trinando mi corazón.
Siempre he huído de lo imperfecto, de lo difícil, pero el aprender a encararlo de frente tampoco me ha ayudado demasiado; Es como miles de ceros a la izquierda, solamente estorbando, ocupando espacio infinito.
Me he dedicado como un inútil a avanzar lentamente, aferrándome al pasado, intentando retenerlo, pero aún dejándolo atrás, sin pensar en ello, sigo y sigo a paso de tortuga, cuando por fin sólamente me dedicaba a llenarme de lo que me dibujaba colores...
No entiendo si es que estoy atascado entre el olvido y el presente, el puzzle va perdiendo piezas y posibles soluciones, ya que cuando creo encontrarlas, sigo sin encontrarme.
Porque cuando me acerco, al mirar fijamente, siempre retorno hacia atrás, y jode porque lo intento una y otra vez...
Sólo sé que ya no he de esperar nada, que todo llegará tarde o temprano, o incluso puede que ni llegue, mientras abandono los sueños aparcados en la azotea. Entiendo que no es cosa mía, pues yo hago todo lo que tengo que hacer, pues ya no depende de mí...
No hay comentarios:
Publicar un comentario