martes, 26 de noviembre de 2013

Quiero llorar

Quiero llorar, y de hecho lo haré. Encima parezco provocarlo pon iéndome un disco de melodías a piano... Y es que es tan necesario..
Cuando acabe encontraré un papel empapado de sentimientos que necesitan salir de dentro, porque ya no pueden más.
Yo nací con un tambor bajo el brazo, de hecho ha habido momentos en los que ha sido mi único amigo, mi única salida, aquello para lo que nací.
Hoy lo recuerdo todo, tantos años de trabajo, de ganarme las cosas con esfuerzo y trabajo, de transmitir lo que sé a aquellos que lo han requerido. Años en los que he conocido a decenas de personas que me han marcado para bien o para mal, pero sobre todo me ha servido a mí mismo para crecer como ser humano, para entender la vida dedicada a una pasión, un arte.
Es cruel que ahora la vida me ponga impedimentos... Y es que ya nada es igual, muchos problemas en la mano me están limitando, y lucho y lucho con corazón, pero la energía flaquea... No me siento igual, he perdido fuerzas, intensidad, me duele... ¿Por qué lo que amo tarde o temprano se va?
Trato de hacerme el fuerte, decir que puedo, engañándome, ocultándome de una realidad que pronto puede que me aparte de mi querido tambor, de mi vida, de lo único en lo que creo por encima de todo, porque ahí está la historia de mis días escrita, a trocitos de redobles.
Porque jamás había puesto tanto empeño en algo por amor al arte, sin pedir nada, tan sólo ser un siervo de dicho instrumento. Muchos me ven como un ídolo, me aprecian, me dan sus fuerzas tan sólo con una simple y enorme palabra de ánimo; De esas cosas me apoyo, porque sinceramente si no fuera por esos detalles jamás podría continuar. Porque soy un ángel caído rodeado de pequeños ángeles que algún día no muy lejano estarán en mi lugar.
Poquito a poco sé que este vínculo nos separará, para dejarlo en manos de otros que merecen oportunidades que yo tuve... Y me alejaré, y todo serán recuerdos buenos, de cuando el tambor y yo éramos uno... No puedo evitarlo, derrumbarme tras su parche de cristal,  donde siempre se ha reflejado lo que yo quería ser, algo que tarde o temprano desaparecerá.
Mientras tanto sacaré las armas que pueda para luchar, para ralentizar el proceso... Y sé que no debería haber escrito tan tristes pàlabras, pero tenían que volar... Como todo vuela...


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