Apuesto fuerte por cerrar los ojos, para no ver nada... Igualmente la vista es un sentido imbécil, pues tenemos las cosas a tiro y damos palos de ciego...
¿Por miedo a qué?¿A estar solos? No pasa nada, quizás nadie nos merece, llevando a rajatabla aquél viejo refrán «Ojos que no ven, corazón que no siente»
Prefiero tán sólo la compañía de la lluvia al caer en las lejanas noches frías, el sonido de los acordes de una guitarra cumpliendo tu deseo, la serenata silenciosa de aquellas estrellas que brillan solitarias sepa Dios a cuanta distancia.
Me largo con mi preciado teclado a tocarle a mi alma, para que vuele lejos, oculta de la maleza que usurpa la mente despiadada.
Hay caminos llenos de dar, pero ya no quiero recibir, esa faceta se largó hace no mucho tiempo... Prefiero dejarme llevar por los otros cuatro sentidos.
Como puede ser que duela la retina ante tales visiones... las que juraría ser inciertas sin dudar, pero como digo, es mejor solución no engañarse ante la evidencia...
Sólo espero una voz, una llamada, una simple palabra que abra una puerta necesaria, a un lugar llamado «Nueva Oportunidad», donde sentir sobresale ante todo lo demás...
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