Amistad además, que es la excepción que confirma la regla, porque no es basada en el tiempo, sino en los hechos; Acuden a la herida sin previo aviso, me han integrado en su vida sin pensárselo, me regalan de su tiempo, cosa que hoy en día está muy encarecida.
Nunca voy a poder agradecer todo el cariño que obtengo de ambos, pero se lo devolveré con creces, porque han abordado mi corazón, haciéndose un enorme hueco, en terreno que estaba vacío y solitario.
En cuánto al otro valor, me enseñan cada día que sí existe el amor, aunque no sea para mí, pero sí entre ellos... Se cuidan, se quieren, luchan el uno por el otro, haciendo inútil el que dirán, y la pequeña distancia que los separa. Algo mágico que se ofrecen imparcialmente, imprevisible, que hace que no sean dos, sino uno, una unión que seguirá eternamente, pues me lo dice mi sexto sentido.
Me hacen tener esperanza en esa palabra que yace despistada últimamente, pero que me colma de felicidad solamente porque ellos sean felices. Tienen todo mi apoyo.
Les doy las gracias por ayudarme, por hacerme sentir más pleno, por lograr sacarme una sonrisa, o lo que es mejor, carcajadas... y por todos los momentos que hemos pasado y los que nos quedan.
A raíz de conocerlos a ellos también estoy empezando a conocer a otra persona, cuyo nombre es igual al lugar donde nació Jesucristo, lo que significa el principio de todo, el comienzo de algo nuevo... Una persona simpática, graciosa, inteligente, alguien que puede enseñarme muchas cosas, de hecho quiero que me las enseñe, porque puede complementarme., compartir aficones...
Y bueno no me alargo más, solamente queria escribirlo, para que lo sepan, entender que la vida en ocasiones, pone ángeles de la guarda disfrazados de personas en tu camino, y cuando llegan lo sabes... Pues con ellos no sólo lo sé, sino que lo siento... Os quiero... Maria Del Mar Naviidad Gonzalez Jose Daniel Garrido Belén Garrido
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