No te demores mucho, pues corro el grave peligro de morir
extrañándote, ¿Y qué si sólo han pasado unas horas?. No es de extrañar que cada
minuto sin ti sea una odisea en mi tiempo.
Porque siceramente dejo de ser yo mismo, me apago, me
retuerzo, cuando no haces acto de presencia, ni me deleitas con todo tu ser
recíprocamente. Puede que parezca algo exagerado, pero no quiero que en mi
estancia por esta vida, haya una brecha que me impida estar apenas un instante
lejos de tu lado. La respuesta a todo esto es Amor, eso que te producen tus
entrañas cuando te alejas temporalmente.
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