Necesito desalinizar mis pupilas, para que vaguen como perseidas
cristalinas en el cielo.
La sabiduría de una lágrima consta de experiencia, de un
error irrepetible, una lección helicoidal inolvidable, o por el contrario
emoción, alegría… Quizás escribo esto porque una triste canción me inspira a
narrarlo, no porque sea mi estado de ánimo. Pero también es de hombres llorar;
No siempre es de tristeza.
De pequeño se calmaban con una nana proveniente de mamá,
de mayor son paralizadas por la extra vagancia de la felicidad. Y no importa la
causa, sino la cura.
Sobra el motivo que las cause, si en verdad tienes la suavidad
de unos dedos que te las secan.
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