sábado, 31 de mayo de 2014

Pareados



Alegre camino erigido
Al sol de un campo colorido

Vivir es como una flor
Cuyos pétalos rodean su corazón

Dejar de ser un bonito muñeco
Con tendencia para llorar en seco

Fácil es amar
Difícil de triste a alegre pasar

Me siento grande al beber de tus labios,
Como si fuesen botella, donde surge lo extraordinario


viernes, 30 de mayo de 2014

Siempre hay alguien



- Si das un paso más te juro que me tiro al vacío
+Tranquilo, no cometas ninguna locura. Todo tiene solución en esta vida                 
-Mi única solución es precipitarme desde la cornisa de la azotea, dejándome arrastrar treinta y un metros, por la gravedad
+ Esa opción es muy fácil y cobarde, mejor quedarse a luchar por aquello que      merece la pena. Siempre existe una luz a la que aferrarse
-Esa luz era Lucía, pero ya no está; Me dejó por algo supuestamente mejor
+Si te dejó es porque no le importabas lo suficiente, si no te amaba no merece la pena sufrir por ella ¿No crees?
-Pero mi amor era puro y sincero; No puedo vivir sin ella
+Será difícil superarlo, pero te acostumbrarás
-¡NO! Nadie va a ayudarme; ¡No le importo a nadie!
+Entonces si crees eso… ¿Qué hago yo aquí? Si no me importaras no estaría aquí, intentando evitar que cometas un gran error
-Pero ya nada va a ser igual
+No, nada será lo mismo. Pero… ¿y si lo que estuviese por llegar fuese mejor? Si no te quedas a pelear, nunca lo sabrás.
-No sé cómo hacerlo, me siento débil, roto, sólo…
+Tranquilo, yo te ayudaré  a sobreponerte
-¿Por qué? ¿Por qué lo haces?
+Porque Te Amo.

En la vida perdemos cosas, pero a raíz de esas pérdidas, encontramos lo que verdaderamente importa, lo real, algo que supera con creces lo vivido anteriormente. Por eso jamás hay que tirar la toalla. Hay que salir adelante pase lo que pase; Siempre habrá alguien capaz de curar tus heridas, alguien que cambie tu vida, que te haga olvidar el pasado, alguien que llegue y se quede para siempre.


El momento



La claridad del día embriaga mis cinco sentidos… ¿O son seis?... Porque el instinto me advirtió de tu llegada. Por una vez en la vida, el azar está de mi lado, acompañándome mientras nos comemos a besos, despertando mariposas estomacales incandescentes.
Quedarme atrapado entre el atardecer de tu cintura me domina, rebuscando tu piel entre tu perfume inconfundible. La única distancia que nos separa consta del arrecife que se hace hueco entre tu pecho y el mío.
La luna se para en el horizonte, mientras damos rienda suelta a nuestra imaginación, en la madrugada, desgastando el último brillo estelar de nuestras miradas.
Aunque tenga tus besos, me parece más lindo robártelos, empapándome de la expresividad de tu rostro sorprendido, rebosante de belleza.
Nuestro mundo es cosa de dos, guardado entre la palma de nuestras manos, más las dos partes unidas de nuestro corazón. Y así, sin más, mientras la cornisa crepuscular nos agota el minutero, nos arropamos con nuestra desnudez, sabiendo que para nosotros, el mañana, es ese momento.