domingo, 31 de enero de 2016

VIVE



Te puedo comprender, querida habitante nocturna, que danzas interminablemente rearmando amores, dejando tu propio corazón en interrogación.
Renunciaste a las caricias que tu espejo de cristal te propinaba a escondidas, rehuiste las tormentas de poemas que avasallaban tus cinco sentidos sin cesar. ¿Por qué?
Tu mirada cilíndrica era una bella vista para suicidarse en la oscuridad, tan sólo por el hecho de observar la simpleza de un reflejo imposible de palpar.
Hazme caso y permíteselo, deja de bailar como una peonza reluciente de soledad, deja que él recoja tu silueta ferviente, evita pensar por un momento en las fracturas de tus fieles admiradores, vive tu propio amor tras un manto de luceros, cuyo escenario desaparece en el más allá.
Tú logras ver tras lo empañado, barrer fronteras sin sufrir ningún traspiés… Cambia tus argumentos por besos, tus leyendas por realidades, tu luz por la llama interior, tus estrellas por mariposas revoloteando sobre la belleza de tus  cráteres. Sé egoísta esta noche. Deja de mostrar lo que eres, para vivir lo que quieres.


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