Se apaciguan las mañanas, ganando en tranquilidad, a costa de perder alegría. Rutina para muchos, novedad para otros tantos.
Tardes que se esfuman en un abrir y cerrar de ojos; Colores melocotón, avellana, ocre y gris, no por ello dejando de ser bellos. Primeros llantos de un cielo apenas cambiante días atrás, alegrando con aroma a tierra húmeda, campos que al principio hibernarán, para después realzar su viveza. Cubiertos por una capa musical, no recomendada para oídos necios.
Pareidolias de jabón obstaculizando el perdido azul…
Caducas crujientes refinando el verde, desnudando extremidades de tan fuertes guerreros enraizados, vestidos por una resistente corteza de batalla.
Si lo miras así… ¿Verdad que no es tan triste? Ciclo que se repite cada X tiempo, aún así cada vuelta es totalmente distinta. Pero abordemos el presente, en el que todo parece caer, excepto las sonrisas, o cualquier haz de luz haciéndose un hueco. No digamos adiós al verano, demos la bienvenida a la belleza cálida del otoño. -no lamentemos lo que ya se fue, valoremos lo que ahora llega…
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