La teoría es maquiavélica; La práctica, valiente
disparate. Un porcentaje ínfimo de victoria, superioridad de cruel derrota,
planeando sobre nuestras cabezas.
Aunque de todas formas…¿Qué se puede perder cuando
realmente está todo perdido?
Recuerdo aquél antigüo refrán: “quien no arriesga, no
gana”.
Cierto es, pues si quieres conseguir algo, ya sea fácil
de alcanzar o difícicil, tenemos que intentar atraparlo a base de riesgos y
atrevimiento. Si no lo haces, no caerá por sí solo del cielo. Si lo consigues “premio”,
pero si no, tampoco habrás perdido nada.
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