Baila conmigo amor.
Bailemos como si fuese la última vez, pero con la ilusión intacta de la
primera. Bailemos con la música inmejorable que emiten nuestros corazones al
latir, bajo la luna menguante de principios de julio.
Agarrémonos de nuestras
arrugadas manos, coloca la otra sobre el
peso que ha podido cargar mi hombro, yo lo haré rodeando la cintura que tantas
veces he amado.
Pasitos lentos, acordes a
nuestros límites, pero no menos emocionantes…
Millones de estrellas se
extinguen, pero jamás será nuestro brillo interior el que se borre, ni se
marchite como una flor que solo ama la primavera.
Mirémonos la mirada,
veamos reflejada nuestra vida en el espejo que nos proporciona el alma gemela
con la que danzamos, riéndonos del tiempo, dedicándonos sonrisas cómplices,
regalándonos amor hasta en los días más fríos, en los que nuestro invierno está
más cercano. Pero de momento, bailemos…aún nos restan aires de primavera con
sabor a verano, mientras el tiempo nos de tregua.