sábado, 19 de diciembre de 2015

Invisible



Puede que pienses que no estoy ahí, pero te equivocas. Simplemente me hice invisible para poder colarme en tu habitación. Y tienes un problema… Se llama “Síndrome de Bella Durmiente”… Porque ni te inmutas con los mimos que elaboro por la línea recta de tu espalda, y tampoco reaccionas ante la suavidad de mis besos sigilosos.
Llevo aquí apoyado sobre la ventana prácticamente toda la noche, velando no por tus sueños, sino por tu realidad, para que nadie te la robe, aunque conlleve mi sacrificio.
Realmente crees que me has perdido, pero fíjate en el detalle de lo que no ves, porque es lo más evidente.
Se acerca el amanecer. Los primeros haces de sol abrillantan tu tez fina… Quisiera despertarte con un beso de amor, de esos que dicen que quitan el hipo, pero yo no tengo “Síndrome de Príncipe para despertar a tal bella durmiente” Me conformo con admirarte dormida, sentarme en tu alma, acariciar tu mirada entreabierta… así que aguanto un poquito más y salto por la ventana; Este amor se suicida. Porque también son compatibles amor y silencio.


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