viernes, 6 de junio de 2014

Reflexión interior

A mí manera, con mi torno particular, doy forma a mi vida cada día. Ensucio mis manos con atrevimiento y esfuerzo. Poco a poco voy obteniendo la recompensa deseada, aunque me haya llevado largo tiempo, merece la pena. Básicamente intento enredarme en asuntos que aportan positividad, felicidad, superación personal. Todo aquello que desaparece, es porque quizás nunca existió, o se trataba de alguna prueba del destino, para que la superase y pudiese conquistar mi presente. Puedo prometer que soy feliz, aún así con las malas rachas atravesadas, por las cuáles, hoy soy quién soy, pues me han conducido a comprender, a ser mejor persona. No pido mucho más de lo que tengo, pues entiendo, que si le saco el máximo partido a ello, puede ir mas allá de la perfección. Quizás muchas personas me dejan a un lado por ser “diferente”, pero mejor ser distinto y no igual que el resto. Además poseo la capacidad de no guardar rencores. Por mucho daño que me hagan, jamás lo devolveré, pues me volvería exactamente como ellos. Porque simplemente tengo que hacer lo que me parece correcto; Yo vine al mundo a ser “persona”, y eso trato de conseguir cada día, pase lo que pase. El mundo es Amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario